¿Porqué debemos preparar la piel para el verano?
Empieza el calor y nos quitamos las prendas para estar más frescos.
La piel, que durante los meses de frío estuvo cubierta, ahora va a recibir
mayor cantidad de sol, aire y ni hablar del agua del mar o la pileta.
Las células necesitan urgentemente recambiarse, así como lo hacen las estaciones
de año, y dar paso a una camada de células nuevas y sanas que dejaran la piel
brillante, tensa y lozana.
Nos hemos cuidado durante todo el año, tomando colágeno hidrolizado para
fortalecer la piel y el cabello y así evitar arrugas, hemos usado
cremas antes y después del baño en todo nuestro cuerpo y rostro, para
mantenerlo hidratado, pero nos falta hacer una tarea muy importante: la exfoliación,
quitar todas esas células muertas, rehidratarlas y si es necesario darles oleosidad.
Podemos aportarle calcio, hidratación y oleosidad con arcillas, betacarotenos,
cacao, té verde , oleo de buruti y vitamina c.
Es importante, no la podemos abandonar, pues cuando el verano
termine y el color tostado de nuestra piel se vaya, la piel quedara marchita,
su color será desparejo y nos aparecerán manchas. Una piel bien hidratada, con
la oleosidad justa, provista por las ceramidas, tendrá una firmeza, un brillo y
una turgencia que nos dará placer acariciarla.
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