La nobleza de los acidos para la piel. Hoy el mandélico.

La estructura molecular de ácido mandélico a base de almendras es mayor que la del ácido glicólico, lo que lo hace aún más tolerable por la piel. A pesar de que irrita menos, el ácido mandélico es más fuerte que el ácido glicólico. Posee cualidades antibacterianas que ayudan a combatir y eliminar las bacterias que dan lugar a la formación del acné y gracias a sus propiedades exfoliantes, solucionan el problema de la congestión. Durante un tratamiento de acné, la clave para obtener resultados óptimos es el uso de productos y cremas a base de ácidos alfa-hidroxi, ya que todos ellos están unidos por las propiedades exfoliantes de las capas superficiales de la piel, y así mismo estimulan la renovación celular en las capas que se encuentran en la base de la misma, sin causar daños mayores como un peeling superficial excesivo.
Es absolutamente cierto que un producto más fuerte conduce resultados más rápidos, pero una descamación excesiva no puede ser tan agradable y puede incluso conducir a daños que causan congestión en la superficie de la piel y podría agravar el acné. Lo mejor es realizar un tratamiento menos agresivos y aplicar el ácido a menudo y en pequeñas dosis, en lugar de poner en riesgo nuestra propia piel al intentar un tratamiento con un producto súper fuerte y perjudicial.

Por lo cual el uso regular de ácido mandélico mejora si o si las condiciones de la piel!